martes, 7 de febrero de 2012

Una nueva llama


                Frío. El sol esbozaba sus últimos rayos de luz en aquel atardecer rojizo, si bien su luz no había aportado apenas calor durante el transcurso del día. El cielo, completamente despejado, anunciaba que la noche iba a ser testigo de una helada severa. Los habitantes del pueblo cercano se refugiaban en sus hogares, retirándose al calor del fuego en sus chimeneas.
 
                Fuego. Peligroso, pero aliado debido a su calidez. Muy distinto del que él sostenía en la mano. Cerca del pueblo, pero aún en las afueras, Laszlo contemplaba la luz rojiza del atardecer sentado en una roca, junto a un robusto roble, mientras jugueteaba con pequeñas llamas de fuego frío en su mano. Las llamas, bailando sobre la palma de su mano, oscilaban con un color azul pálido, en contraste con la intensa luz del atardecer.
 
                Del roble pendían sendos candelizos, rastro del invernal día que había precedido a ese momento. Cubierto por completo por nieve y hielo, el roble era el único árbol que guardaba el camino en una amplia distancia. Enroscado en un candelizo, había un pequeño lagarto de color anaranjado, con una fina línea morada recorriéndole el lomo. El animal miraba al joven aprendiz de mago con impaciencia. Éste, percatándose de la mirada, cerró la palma de la mano, finalizando la danza de llamas, y volvió sus ojos de color esmeralda hacia el lagarto.
 
                - Quizás debamos ir ya al pueblo a buscar refugio. – Dijo a su mudo interlocutor con un suspiro, mientras volvía a contemplar la puesta de sol. - ¿Sabes Red? Quizás algún día crezcas. Quizás te conviertas en un dragón… Y podamos volar.
 
                Red sacó su lengua bífida a modo de respuesta, y dio una vuelta en torno al candelizo.
 
                -Tienes razón. Es hora de irse.
 
                Laszlo extendió su mano hacia el animal, que rápidamente recorrió su brazo y se refugió en un bolsillo interno de la capa. El joven se colocó la capucha, cubriendo su melena castaña, y dio media vuelta, dando la espalda al agonizante sol, camino al pueblo.
~o~
 
Bienvenidos a Noche del mago, un blog que por el momento dedicaré a subir relatos breves, por el puro placer de escribir y compartirlo. Es posible que los propios relatos sean, no mediocres, sino (porque no decirlo) malos. No obstante, si a alguien llegara a gustarle alguno, desde luego estaré muy contento por haberlo compartido.
Presentado el blog, me presentaré aun más brevemente. Soy Krisol, un joven estudiante que, entre otros hobbies, siempre ha tenido presente la escritura. Gracias a la lectura, descubrí un mundo lleno de posibilidades, un mundo en el que perderme y poder descansar de la realidad. Un mundo que yo mismo empecé a crear. Uno de tantos. Lleno de magia y fantasía.
Espero que este nuevo blog sea del agrado de aquéllos que lo lean. Bienvenidos a un mundo mágico.

1 comentario:

  1. Por el simple echo de escribir, mereces todo mi respeto y mi admiración.
    Podrás hacerlo mejor, seguro, pero esto que he leído aquí hoy, no me parece ni mediocre ni malo.
    No pares...sigue escribiendo.
    Estrella

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